EXCELENTE! Estrategias para alcanzar Riqueza y Felicidad – Jim Rohn

Los principios son siempres los mismos....

Capítulo 1. LAS CINCO PALABRAS CLAVE

Todas las ideas de este libro tienen su origen en un conjunto de palabras clave. Por lo tanto, para entenderlo y poder conseguir el máximo provecho de su contenido, es primordial llegar a un acuerdo sobre el significado de cada una de ellas.

Fundamentos

Vamos a analizar en primer lugar la palabra «fundamentos». Yo los defino como aquellos principios básicos con arreglo a los cuales se realiza una tarea, una obra, un acto.

Los fundamentos constituyen el principio, la base y la realidad de donde emana todo lo demás.

Hablar de «nuevos» fundamentos supone una contradicción; es como si alguien se vanagloriase de fabricar nuevas antigüedades. Suena sospechoso ¿no es verdad? Los principios fundamentales son inmutables. Son idénticos desde los tiempos bíblicos y continuarán siéndolo hasta el fin del mundo.

Tomemos la palabra «fundamentos» e intentemos aplicarla al concepto de éxito. Si busca un éxito «fundamental», un éxito duradero, un éxito construido sobre bases sólidas, no valen las respuestas exóticas. Y pueden creerme cuando digo que últimamente se están ofreciendo muchísimas respuestas exóticas, especialmente en el sur de California, donde yo vivo.

A pesar de todos los rumores en contra, créanme, el éxito es un proceso, una cosa muy simple. No cae del cielo, ni tampoco es algo mágico o misterioso.

El éxito no es más que el resultado natural de aplicar consecuentemente los fundamentos del éxito en la vida.

Es también válido para la felicidad y la riqueza. Ambas son también el resultado natural aplicar consecuentemente los fundamentos de la felicidad y la riqueza a la vida.

La clave consiste en aferrarnos a los fundamentos.

MEDIA DOCENA DE COSAS

Mi maestro, Mr. Shoaff, me dijo una vez: «Jim, siempre hay media docena de cosas que en un momento pueden suponer el 80 % de la diferencia.»

«Media docena de cosas»… ¡una idea clave!

Tanto si luchamos por mejorar nuestra salud, o la riqueza, o nuestro éxito personal o el de nuestra empresa, la diferencia entre el éxito y el fracaso depende sólo del grado en que consigamos descubrir, estudiar, y aplicar esa «media docena de cosas».

Por ejemplo, para que un granjero pueda recoger una cosecha espléndida en otoño, debe concentrarse en media docena de cosas: el suelo, el agua, el sol, las semillas, los abonos y el cuidado de las plantas. Todos los elementos son de igual importancia, porque sólo si se dan en su totalidad conseguirá el agricultor una buena cosecha. De manera que una buena pregunta que siempre debemos hacernos antes de emprender un nuevo proyecto o plantearnos unos objetivos novedosos, es la siguiente: ¿Cuáles son las seis cosas que pueden modificar con mayor intensidad el resultado? No importa si se trata de bellas artes o música, matemáticas o físicas, deporte o negocios; lo que cuenta son esa media docena de cosas fundamentales.

La comprensión y aplicación de este sencillo principio es el primer paso inteligente para lograr sus sueños y objetivos.

Riqueza

La segunda palabra a definir es «riqueza». Riqueza es una palabra muy controvertida porque inspira en la mente gran variedad de imágenes y, a veces, también conceptos conflictivos. Esto no es nada raro, porque cada uno enfoca la riqueza desde su propia perspectiva. Para cierta persona, riqueza puede significar el tener suficiente dinero para hacer todo lo que desee. Para otro, puede consistir en estar libre de deudas, libertad ante la continua exigencia de obligaciones. Para otros en fin, su significado está en la oportunidad de desarrollar su propia personalidad y alcanzar el éxito.

De esa diversidad de conceptos surge la creatividad que nos ayuda a encontrar nuestro propio camino para abrirnos paso hacia una vida plena.

La mayoría de la gente que no se ha preocupado ni empleado su tiempo en pensar sobre este asunto, considera que la riqueza se engloba simplemente en una palabra: «millonario». ¡Es que se trata de una palabra muy excitante! ¡Suena a éxito, libertad, poder, influencia, placeres, capacidad y magnanimidad! ¡Sin duda, ser millonario no es una idea rechazable!

Sin embargo, la palabra riqueza se aplica también a otros conceptos diferentes de los económicos. Se puede ser rico en experiencia, rico en amigos, rico en amor, rico en vida familiar, rico en cultura.

De todas maneras, para nuestros propósitos, en este libro, vamos a centrarnos en la riqueza que proporciona independencia económica:

La riqueza que proviene de la conversión del esfuerzo y del espíritu emprendedor en dinero y capital.

La cantidad concreta que cada uno necesita para sentirse rico diferirá mucho de unos a otros, aunque estoy seguro de que nuestra ilusión básica es la misma: sentirnos libres de las estrecheces económicas, tener libertad de elección, y gozar de la oportunidad de crear y compartir.

¿Qué significa la riqueza para usted? ¿Cuánto dinero le haría falta para considerarse financieramente libre? No se trata de preguntas inútiles. Tal como podrá comprobar dentro de poco, cuánto mejor definidos tenga sus conceptos sobre la riqueza material, más útiles le serán la ideas expuestas en este libro.

Felicidad

La felicidad es cosa que todo el mundo persigue. Es la alegría que generalmente acompaña a toda actividad positiva.

Sin embargo, al igual que la riqueza, a menudo se entiende de muy variadas formas. Se da tanto en el placer de descubrir como en la alegría de saber, o de conocer. Acompaña a menudo a aquellos que son plenamente conscientes de los colores, los sonidos y la armonía de vivir.

Y también es el gozo de los que se marcan una meta en la vida y la alcanzan con maestría.

La felicidad consiste en la habilidad para reaccionar receptiva y forzosamente ante lo que la vida nos ofrece.

Se consigue de ambas maneras, dando y recibiendo, al cosechar y al repartir. Es la capacidad para disfrutar tanto de la armonía como de la comida, de las ideas como del pan.

La felicidad se arrima a los que amplían sus horizontes y sus experiencias.

La felicidad reside en los hogares de los que tienen capacidad para soportar los fracasos sin perder su sensación general de satisfacción. Pertenece a los que mantienen bajo control a sus circunstancias y a sus emociones.

La felicidad es también sentirse libre de las nefastas secuelas del miedo, como la preocupación, la envidia, la avaricia, los resentimientos, la baja estima personal, los prejuicios y el odio.

Los que sienten la verdadera felicidad, a menudo son conscientes del poder tremendamente positivo de la vida y del amor.

Pero la felicidad es algo más que una sensación general; ese también un método, una forma de pensar, que organiza todos los sentimientos, actividades y modos de vivir. En otras palabras, es una manera de interpretar el mundo y sus acontecimientos.

La felicidad consiste en valorar y apreciar lo que tenemos. Es la satisfacción por la labor diaria, incluyendo también las tareas ingratas, de las que muy pocos nos libramos.

La felicidad es disfrutar de la vida y rodearnos de personas con sentido común. Es una amplia variedad de experiencias y recuerdos que se convierten en inapreciables valores a la hora de gastar o de invertir.

La felicidad es una actividad con un propósito. Es amor en ejercicio. Es también la consciencia de lo obvio y el temor por lo misterioso.

De todos modos, la mayoría de nosotros pensamos en la felicidad como algo perdido en el pasado, o como la cima que alcanzaremos en un distante futuro (seré feliz tan pronto como … ) Pocos son capaces de comprender que la felicidad sólo se puede sentir en el presente. Y la felicidad, como todas las cosas buenas, es algo esquiva, pero yo afirmo que alcanzarla no es imposible.

Entonces, ¿cómo se captura al ave fénix de la felicidad? Aunque parezca mentira, comprendiendo bien y aplicando un concepto que raras veces asociamos con la felicidad: la disciplina.

Disciplina

La disciplina es el componente más crítico de la fórmula para buscar la riqueza y la felicidad. Sin embargo, cuando tratamos de analizar este concepto, la mayoría de la gente lo rechaza como si les trajese a la mente imágenes de un rudo sargento del ejército o de un severo maestro enarbolando la palmeta.

Y, sin embargo, puedo asegurar que el perfeccionamiento de la disciplina les proporcionará la llave para alcanzar todos sus sueños y aspiraciones. *¿Sorprendidos? En ese caso será conveniente tomarnos algún tiempo para definir lo que queremos significar con disciplina.

La disciplina es el puente de unión entre la idea y el resultado… el pegamento que une la inspiración con la realización… la magia que convierte una necesidad financiera en la creación de una inspirada obra de arte.

La disciplina la comprenden bien los que son conscientes de que un aparato, para poder volar, necesita elevarse contra el viento; de que todas las cosas buenas las realizan los que están dispuestos a nadar contra la corriente; de que deambular por la vida sin rumbo fijo sólo conduce a la amargura y al desengaño.

La disciplina es la base, los cimientos sobre los que se construyen los éxitos. La falta de disciplina conduce inevitablemente al fracaso.

Todavía, curiosamente, muchos no asocian la falta de disciplina con la falta de éxito. Mucha gente tiene la idea de¡ fracaso como si se tratase de un único acontecimiento terrible, la bancarrota de una empresa, o la ejecución de la hipoteca de una casa. Sin embargo, los fracasos no ocurren así. El fracaso raramente es el resultado de algún acontecimiento aislado; más bien, suele ser la consecuencia de una larga serie de pequeños fracasos acumulados que tienen lugar por falta de la disciplina necesaria.

El fracaso se produce cada vez que no pensamos… hoy,: actuar… hoy; preocuparse, esforzarse, subir, aprender, o simplemente continuar… hoy.

Si su objetivo exige que hoy escriba diez cartas y sólo escribe tres, lleva un retraso de siete cartas… hoy.

Si se compromete a realizar cinco llamadas por teléfono y sólo hace una, se ha retrasado en cuatro llamadas… hoy.

Si su plan financiero exigía ahorrar diez dólares y no ha ahorrado ninguno, lleva una desventaja de diez dólares… hoy.

La actitud más peligrosa es analizar el día malgastado y concluir que nada grave ha ocurrido. Al fin y al cabo, se trata de «sólo» un día. Pero sume esos días hasta completar un año y sume esos años hasta completar toda una vida y quizá comprenda ahora que la repetición de los pequeños fracasos diarios pueden fácilmente convertir toda su vida en un colosal desastre.

El éxito sigue el mismo camino… pero a la inversa. Si ha hecho un plan para realizar diez llamadas y supera su cuota hasta llegar a quince, ha adelantado cinco llamadas… hoy. Actúe de igual manera con su correspondencia y con su plan de ahorro, y pronto verá acumularse los frutos de su diligencia a lo largo del año, y finalmente a lo largo de. toda su vida.

La disciplina es la llave maestra, la que abre las puertas de’ la riqueza y de la felicidad, de la cultura y de la perfección, de la autoestima y de la realización personal, y también la de las sensaciones de orgullo, satisfacción y triunfo que de ellas se derivan.

¿Qué es lo que hace falta para conseguir una buena disciplina?

En primer lugar que sea consciente de la importancia de la disciplina en la propia vida. Comience por preguntarse a sí mismo: «¿Qué es lo que quiero conseguir en esta vida?» «¿Qué debo cambiar en mi vida para conseguir esos objetivos?»

En segundo lugar interpélese a sí mismo con toda sinceridad: «¿Estoy dispuesto a realizar el esfuerzo requerido?» Si la res puesta es «sí», debe proponerse con firmeza mantener su disciplina durante un largo período de tiempo con inteligencia, con deliberación, en definitiva, consecuentemente.

Sus buenos propósitos serán puestos a prueba cuando surja alguna circunstancia que pueda interferir en el mantenimiento de su disciplina, cuando tenga que actuar contra viento y marea.

Ciertamente, la disciplina le proporcionará muchas cosas, pero lo más importante será lo que la disciplina hará de usted: le convertirá en un ser satisfecho de sí mismo.

Incluso el sometimiento a una pequeña disciplina puede tener un efecto increíble sobre su actitud. Y la agradable sensación que le produce ese vibrante sentimiento de autoestima que nace al iniciar una nueva disciplina es casi una sensación mayor que la satisfacción por la tarea, la disciplina, cumplida.

Una nueva disciplina transforma inmediatamente el sentido de su vida, como si se tratase de un barco que cambia de rumbo en medio del océano para dirigirse a un nuevo destino.

Algunos creen que la disciplina es algo antinatural bastante hacemos con vivir. Consideran esa necesidad de cumplir algo como un ejercicio neurótico y artificial. Pero la realidad nos demuestra que la disciplina coopera con la naturaleza, donde todo es un continuo esfuerzo.

¿Hasta dónde crecerá un árbol? Lucha contra la poderosa fuerza de la gravedad y continúa progresando hacia la luz del sol para llegar tan alto como sea posible. Es verdad que el esfuerzo del árbol no es un acto consciente: los árboles no tienen cerebro. Pero a usted y a mí se nos ha concedido la facultad de elegir realizar el esfuerzo y alcanzar las cotas más altas que podamos.

La disciplina atrae las buenas oportunidades. Las mejores oportunidades siempre las aprovechan los que han desarrollado sus facultades y tienen ambición para actuar. Y los que mediante la disciplina y el compromiso personal se fijan las metas más al tas disfrutarán de unas oportunidades que permanecerán ocultas para siempre a los espíritus tímidos.

Disciplina es ese raro proceso donde se combinan la actividad y la inteligencia para aplacar la ira, dar fuerza a la cortesía… que desarrolla acciones positivas y controla los pensamientos depresivos… que se anima con el éxito y se niega a aceptar el fracaso, … que mejora la salud y frena la enfermedad.

Someterse a una disciplina es un proceso que puede iniciar cualquiera. Se puede hacer paulatinamente, paso a paso.

La novedad más excitante es que… ¡usted puede empezar… hoy mismo!

No diga: «Si pudiera, lo haría. Por el contrario debe decir: «Si quisiera, podría… Si quiero puedo».

De manera que inicie ese nuevo proceso y empiece con poco. Aprenda a mantener firme su propósito. Con ese principio, aparentemente poco importante, aprenderá cómo se siente uno al ser disciplinado. Y de aquí en adelante, el límite está en las estrellas.

CONTRA EL AUTOENGAÑO, ACCION

En los últimos años se han publicado varios libros que preconizan la idea de que, repitiendo verbalmente y afirmándose en lo que uno desea conseguir, el éxito se producirá milagrosamente. Me opongo completamente a esa manera de pensar. Según mi experiencia, esas afirmaciones no respaldadas por la disciplina necesaria para actuar sobre las cosas que se afirman, produce en los hombres (y mujeres) la ilusión de que están haciendo progresos, cuando en realidad, su actividad diaria no conduce a nada.

¿Por qué la gente dice una cosa y actúa en directa contradicción con lo que afirma?

El hombre que sueña con la riqueza, pero que cada día camina hacia un desastre económico seguro, y la mujer que desea la felicidad pero alberga ideas y realiza actos que le conducen a una inevitable desesperación, son ambos víctimas de las falsas esperanzas creadas por esas afirmaciones. ¿Por qué? Porque las palabras alivian, y al igual que los narcóticos nos adormecen en un estado de complacencia. Recuerde esto:

¡Para progresar, es necesario ponerse en marcha realmente!

Por lo tanto, para tener una vida próspera, inicie un plan de prosperidad. Para llegar a ser rico, elabore un plan de «,riqueza»; cualquier persona sin dinero puede hacer un plan para «llegar a ser rico».

Hay muchos otros planes que uno mismo puede elaborar:

Si está enfermo, inicie un «plan de salud».

¿Siempre se siente cansado? Inicie un «plan de vigor».

¿No le parece adecuada su formación profesional? De acuerdo; inicie un «plan de educación».

¿Dice que no puede? Entonces, prepare un «plan de «sí, puedo»»

¡Todos podemos!

Incluso una mala persona puede comenzar a leer buenos libros. La clave está en dar el primer paso… hoy. Sea cual sea el proyecto, empiece hoy.

  • Empiece a limpiar y ordenar el cajón de su recientemente trasladada mesa de despacho… hoy.
  • Empiece a establecer su primer objetivo… hoy.
  • Empiece a escuchar casetes sobre motivación … hoy.
  • Empiece un adecuado régimen de adelgazar … hoy.
  • Empiece a imponer dinero en su nueva «inversión afortunada* en cuenta corriente… hoy.
  • Empiece a escribir esa carta tanto tiempo aplazada…. hoy,

¡Pero cuidado! Reserve algunos momentos para dedicarlos a alcanzar esa nueva vida. Calcule cuánta actividad puede dedicar a ese nuevo propósito para una vida mejor. Y láncese de lleno. Deslíguese de la opresora fuerza gravitacional. Encienda sus cohetes de propulsión. Demuéstrese a sí mismo que el retrasar las cosas ya no existe, que la esperanza vana pertenece al pasado, ahora los que mandan son la fe y la acción.

Es un nuevo día, un nuevo comienzo para su nueva vida. Con disciplina usted mismo se admirará de los progresos que es capaz de realizar. ¿Qué puede perder, excepto el sentimiento de culpa y de temor del pasado?

Ahora le presento un nuevo reto: convierta este día, el primer día de su nueva andadura, en parte de una semana de otros nuevos comienzos.

Láncese, compruebe cuantas cosas puede iniciar y continuar en esta semana, su semana de nuevos comienzos.

Entonces, convierta este mes en el de los nuevos comienzos, y luego el año de los nuevos comienzos. Cuando complete su primer año, el pasado jamás tendrá dominio sobre usted, y las costumbres, influencias, penas, y fracasos del pasado serán sólo pasado. Tal como dice la Biblia, ahora debe estar dispuesto a «volar junto a las águilas».

Éxito

El éxito es la quinta palabra clave, y al igual que los otros conceptos ya estudiados, se interpreta bajo múltiples planos de comprensión.

Éxito es también una noción complicada, una paradoja. Después de todo, es algo que se puede aplicar tanto al viaje como a su destino. ¿No es cierto?

Es el constante y controlado progreso hacia una meta, y también la consecución de esa meta.

El éxito es llegar a la meta, y también la sabiduría que llena a los que comprenden la capacidad potencial de la vida.

Es a la vez material y espiritual, práctico y místico.

El éxito es un proceso de avance «desde» algo, con la la intención de ir «hacia» algo mejor, desde el aletargamiento hacia el ejercicio, desde el azúcar hacia la fruta, desde el gasto hacia la inversión

El éxito es nuestra respuesta a la invitación que nos hacen para cambiar, crecer, desarrollarnos, y llegar a ser: una invitación para ascender hacia un sitio mejor, para conseguir una mejor posición.

Pero más que nada, el éxito consiste en hacer que su vida sea lo que usted desea. Teniendo en cuenta todas las posibilidades, y el ejemplo de aquellos otros cuya vida admira, ¿qué quiere hacer de su vida? ¡Ésta es la gran pregunta!

Recuerde que el éxito no es un conjunto de tópicos fruto de nuestro mundo cultura¡, sino más bien, una colección de valores personales claramente definidos y realizados con una finalidad concreta.

Hacer de su vida lo que usted quiere que sea es el éxito.
Pero ¿qué hay que hacer para irlo consiguiendo?
CONTINUARA!!!!!!

Exitos!

Marcela Palma

Acerca de Marcela Palma

Marcela Palma marcelapalma.com Experta en Branding Personal - Mentora con varios años de experiencia en Negocios Multinivel y Networking. Apasionada del Crecimiento Personal y el Coach en Liderazgo. Se declara una mujer imperfecta y auténtica que ama la libertad y los desafíos. De firmes convicciones y una gran Etica de trabajo Profesional. Ella apuesta a pensar diferente y a diferenciarse. Marcela, es una emprendedora apasionada de los negocios por Internet. Su meta es ser mejor persona cada día y lograr el éxito en todos los niveles de la Vida para ayudar a la mayor cantidad posible de personas que quieran lograr lo mismo. Marcela cree que todos podemos ser felices y lograr nuestros sueños si decidimos descubrir, defender, alimentar y devolver al mundo una Vida con Propósito.
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